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Evolución histórica de las transacciones en la humanidad | Primera parte: el dinero

Evolución de las transacciones
Para conocer cómo se originó la costumbre de usar dinero para negociar, comprar, vender y más, ¡lee nuestro artículo sobre el origen del dinero desde el trueque!

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Tiempo de lectura: 4 minutos

¿Cómo se dan las transacciones dentro de las relaciones humanas?

El concepto de dinero parece algo intrínseco al ser humano por ser elemental e incluso necesario en la vida cotidiana de básicamente todo quien habite nuestro mundo; sin embargo, resulta un recurso creado por la sociedad y cuya trascendencia es innegable. 

Se conoce como “dinero” a lo que se ocupa por un grupo de personas para realizar transacciones. Socialmente, esta práctica sucedió con lo que ahora conocemos como “trueque”, cuya base es el consenso entre dos partes. 

Para que el trueque se pueda llevar a cabo de forma pacífica, justa y, sobre todo, funcional se necesita una doble coincidencia de deseos que motive un intercambio directo e inmediato. Esta actividad comenzó a realizarse aproximadamente en el año 6000 a.C y su característica principal es que existe una parte que ofrece un producto o servicio y otra que lo acepta a cambio de entregar un producto o servicio.

Debido a su poca practicidad —pues amerita negociar en cada transacción— con el tiempo los humanos adoptaron un método más accesible, el cual conocemos hasta el momento como dinero. Una vez que surge este nuevo elemento comienza a utilizarse para realizar transacciones gracias a su carácter irrefutable, el cual surge tras el consenso de la mayoría de las personas de una comunidad.

Origen de las transacciones con dinero: de mercancía a signo

Cuando comienza a adaptarse en la humanidad el uso del dinero fue a través de lo que ahora denominamos “dinero mercancía”, que por lo regular eran productos de oferta limitada, como granos de arroz, sal, tabaco o ganado. Su valor es intrínseco, o sea que se expresa en sí mismo y debe poseer la cualidad de ser un bien duradero, transportable, divisible y homogéneo —se denomina cuál será a través de un consenso. Por ejemplo, en los conflictos políticos del siglo pasado, tales como la 1era y 2da Guerra Mundial, el tabaco se convirtió en un medio de cambio; entonces, había personas que, aunque no fumaban, tenían interés en conseguir cigarrillos para intercambiarlos posteriormente. En este caso, es posible observar que la característica de oferta limitada le otorga la posibilidad de convertirse en dinero-mercancía. Si se compara con una propiedad o terreno, de alto valor en el mercado, su incapacidad de ser transportable hace que circulen tan sencillamente como pagos a los largo del tiempo.

Posteriormente, la mente humana desarrolló de manera colectiva un método distinto para poder continuar con el procedimiento de transacciones que resultará más práctico. A partir de la práctica del consenso se estableció el uso del “dinero signo”, el cual tiene escaso valor como mercancía, pero dota de confianza a ambas partes de la transacción porque reduce la volatilidad gracias a que se instituye como medio de pago.

La manera en que surge el dinero-signo como lo conocemos se remonta al crecimiento en la circulación de piedras preciosas y metales de alta demanda. Por lo que se estandarizó una práctica en la que nace el “papel moneda”, trozo de un material liviano y fácil de trasladar donde se expresa de forma impresa su valor fiduciario. Este procedimiento funcionaba a través de la emisión de un recibo al portador a través de un agente de confianza y aseguraba que se respaldaría la transacción.

Transacciones con dinero: ¿por qué funcionan en la humanidad?

El surgimiento del dinero-signo provocó que, de manera paulatina y específica, las instituciones mundiales comenzaran a incursionar en estos procesos de la economía, sobre todo a través de la creación de lo que ahora conocemos como bancos —cuya operación va de la mano con la legalidad del territorio. Gracias a la consolidación de prácticas comerciales con dinero avalado por una institución, surgió la posibilidad de que una entidad monopolizara su emisión; ergo, nace la idea de las monedas metálicas y los billetes, su nombre es “dinero legal”.

Estos avances en el entendimiento de la humanidad hicieron posible el nacimiento del “dinero bancario”, pues la sociedad aceptó de manera colectiva que las instituciones bancarias convirtieran estos depósitos en dinero-legal, el cual se moviliza a través de cheques, transferencias bancarias y tarjetas de débito.

Hay tres funciones que el dinero cumple, la primera es ser un medio de cambio pues tiene la característica de ser aceptado por la mayoría de las personas; permite también la posibilidad de realizar intercambios gracias a que elimina el problema de la doble coincidencia de deseos que presentaba el trueque. La segunda es que se trata de un depósito de valor que sostiene bienes y servicios; además, permite que los individuos expandan su capacidad adquisitiva a lo largo del tiempo. Por último, cumple la función de ser una unidad de cuenta porque con base en este se fijan los precios, permitiendo así comparaciones sencillas.

Investigación y redacción por Astrid García. Diseño gráfico por Cecilia Villegas

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